Diferencias entre alimentación y nutrición: ¿me alimento o me nutro?

Publicado por admibio en

La salud de un individuo depende directamente de la alimentación y nutrición que éste reciba. Si una persona se alimenta balanceadamente, toma suficiente agua y se ejercita con regularidad, va a tener una vida sana y feliz.

Diferencias entre alimentación y nutrición

No es lo mismo alimentarse que nutrirse. El simple hecho de ingerir cualquier alimento cuenta como alimentarseNutrirse es un proceso más complicado, que implica ingerir las cantidades correctas de una amplia gama de alimentos para mantener el organismo en óptimo funcionamiento.

Se conoce como alimentación a la acción de ingerir alimentos. Alimentarse no implica necesariamente mantenerse sano y bien nutrido. Para un ser humano es posible mantenerse vivo alimentándose sólo de pan y agua por un periodo considerable de tiempo, pero tarde o temprano esto ocasionará deterioros graves en su organismo por no obtener todos los nutrientes que necesita y, con el paso del tiempo, lo llevará a perecer.

Alimentarse adecuadamente es sinónimo de consumir la cantidad correcta de calorías que el cuerpo necesita mediante alimentos que posean nutrientes indispensables.

Descubre más acerca de los alimentos y su clasificación.

Por otro lado, la nutrición se refiere a los procesos que realiza nuestro cuerpo para aprovechar los nutrientes indispensables contenidos en los alimentos que ingerimos. Si sólo de nutrirnos se tratara, nunca comeríamos alimentos dulces, fritos, picantes, salados, licores o especias, pues a pesar de que sacian nuestra hambre y deleitan nuestro paladar, no aportan una cantidad significativa de beneficios a nuestro organismo, más bien, lo deterioran al consumirse en exceso.

Descubre más acerca de los nutrientes y sus propiedades.

Importancia de la alimentación

Es importarte alimentarse porque es la mejor manera de obtener la energía y los nutrientes que necesita nuestro cuerpo para funcionar con normalidad.

Podríamos obtener nutrientes de manera artificial mediante sondas ubicadas en el tracto digestivo (nutrición enteral), catéteres insertados en las venas (parenteral) o mediante suplementos multivitamínicos/ proteicos, pero estos nunca tendrán la misma eficacia que los nutrientes que obtenemos de los alimentos. Además, la nutrición asistida (que sustituye el proceso natural de alimentación) tiene otras consecuencias negativas: de no cumplir con su función, los órganos del sistema digestivo y excretor se irían deteriorando progresivamente, hay propensión a infecciones, hemorragias del tracto digestivo, obstrucciones, complicaciones metabólicas, deshidratación o hiperhidratación, hipoglucemia, inflamaciones, peritonitis, enteritis, vómitos, reflujo, estreñimiento, dolores abdominales, diarrea, aumento del residuo gástrico, trombosis, sepsis y alteraciones en la coagulación, pueden suministrarse dosis incorrectas de nutrientes ocasionando intolerancias, déficits, alteraciones metabólicas, intoxicaciones, etc.

Cuando nos alimentamos se evidencia la ley de conservación de la masa y energía:

  • Los alimentos que consumimos tienen una determinada cantidad de masa. Esta es digerida por el sistema digestivo una vez que entra a nuestro cuerpo a través de nuestra boca, y aprovechada por el organismo en forma de nutrientes esenciales: macro y micronutrientes indispensables. Los restos de alimentos que no puedan ser aprovechados serán desechados a través del sistema excretor, en forma de heces fecales y orine. Conoce más acerca de los fluidos que secreta el cuerpo humano.
  • Los alimentos que consumimos tienen energía química en forma de calorías, la cual es aprovechada por el cuerpo en su totalidad y, de ser necesario, transformada en grasa para reservarse.

Cuando una persona deja de comer pierde grasa y masa muscular, se siente débil, bajan sus defensas, pierde la concentración con facilidad, sufre cambios drásticos de humor, presenta perdida de pelo y caída de los dientes, pierde brillo en las uñas, el cabello y la piel, y, en casos avanzados, el cuerpo empieza a comerse a si mismo involuntariamente (degradando primeramente células de la lengua, las mejillas y el tracto digestivo), lo que se conoce como autocanibalismo o autosarcofragia. Luego de un tiempo, sus órganos empiezan a fallar, es muy susceptible a infecciones y finalmente muere de inanición, no sólo por no alimentarse, sino también por desnutrición.

Importancia de la nutrición

Nutrirnos es sinónimo de consumir las cantidades correctas de proteínas, minerales, vitaminas, carbohidratos y grasas. Estar bien informados sobre la cantidad de nutrientes que necesitamos y la cantidad de nutrientes que tienen los alimentos que ingerimos, nos permite ser más planificados y selectivos a la hora de comer, lo que se traduce en consumir siempre lo más beneficioso para nuestro organismo.

Muchas personas enferman anualmente en todo el mundo debido a que sólo se alimentan, más no se nutren. No basta con solo comer alimentos al azar para mantenernos sanos, es necesario comer disciplinadamente y teniendo en cuenta el aporte nutricional que cada alimento atribuye a nuestro organismo.

Los nutrientes son indispensables porque:

  • Aportan energía a nuestro organismo (glúcidos o carbohidratos).
  • Regeneran tejidos desgastados, regulan los procesos metabólicos y fabrican glóbulos rojos que transportan oxígeno a través del cuerpo (proteínas).
  • Conforman la membrana celular de todas las células del cuerpo, regeneran tejidos y almacenan energía (lípidos).
  • Tienen funciones reguladoras que ayudan a mantener el equilibrio en los procesos metabólicos, circulatorios y estructurales del cuerpo (vitaminas y minerales).
  • Forman parte importante de la sangre, eliminan sustancias nocivas a través de las secreciones corporales y ayudan a regular la temperatura corporal (agua).

Lee todo lo que necesitas saber sobre los nutrientes y sus propiedades.

Algunas de las consecuencias de la desnutrición y/o malnutrición son: alteraciones metabólicas, caquexia, emaciación, infertilidad, anemia, bocio, hipotiroidismo, ceguera, pelagra, escorbuto, raquitismo, osteoporosis, hipertensión, trastornos e insuficiencia cardíaca, diversos tipos de cáncer, malformaciones, déficit de inteligencia, atención, retención, memoria, aprendizaje y crecimiento (en el caso de niños y adolescentes), atrofia muscular, problemas de cicatrización, problemas de circulación y oxigenación, entre muchos otros.

Ambos procesos son importantes

Si bien, lo ideal es llevar una dieta estrictamente nutritiva, hay veces que nuestro organismo desea alimentos «no tan nutritivos» o «no tan sanos», y eso está bien. Comer una porción de pastel después del almuerzo o beber unas cervezas en una fiesta no está mal, al contrario, es sano para nosotros. Psicológicamente hablando, una dieta estrictamente saludable en la que se obvian todo tipo de alimentos «sabrosos pero poco saludables» es dañina. Hay personas que incluso pierden el apetito súbitamente. Forzarnos a no comer nunca algunos alimentos que no nos benefician corporalmente pero que nos gustan para mantener o bajar de peso, «nunca enfermarnos» o escatimar en gastos, hace que la hora de comer sea más una obligación que un placer.

Lo ideal para todos es mantener una dieta balanceada. Esto implica:

  1. Comer la cantidad adecuada de alimentos. No dejar de comer ni comer en exceso.
  2. Conocer cuantas calorías y nutrientes debemos consumir diariamente según nuestras características físicas y ajustar la cantidad de alimentos que ingerimos a estos valores. Descubre cuantas calorías debes ingerir diariamente.
  3. Informarnos acerca de los beneficios que aportan cada uno de los nutrientes que ingerimos y procurar consumirlos en cantidades adecuadas para evitar enfermedades y trastornos asociados con la malnutrición y/o desnutrición.
  4. Comer puntualmente todos los días a la misma hora. Hay familias que acostumbran a comer tres, cinco o siete veces al día. Sin importar cuantas veces se coma, lo ideal es distribuir siempre las mismas cantidades de comida en cada una de las porciones, para evitar comer en exceso o deficientemente.
  5. Orientar nuestra dieta a nuestros gustos y preferencias personales, priorizando nuestras necesidades fisiológicas. Esto significa que podemos elegir que alimentos consumir de la infinita gama de platillos existentes en base a nuestros gustos y preferencias personales, teniendo siempre en cuenta los beneficios y daños que ocasionan a nuestro cuerpo, con el fin de regular la frecuencia y porciones en las cuales los consumimos.

Los niños y adolescentes, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades o condiciones especiales necesitan mantener con mayor exigencia hábitos alimenticios saludables, con el fin de garantizar un buen desarrollo y/o controlar o erradicar enfermedades.

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