Una comunidad es un conjunto de poblaciones de diversas especies que habitan en un mismo espacio al mismo tiempo. Un hábitat es el lugar en el que vive una comunidad. Cuando ambos conceptos se juntan, se habla de un ecosistema.

¿Qué es un ecosistema?

Un ecosistema es un sistema biológico constituido por todos los seres vivos (factores bióticos) y todos los elementos inertes (factores abióticos) que están contenidos en un determinado espacio. Los ecosistemas se consideran la unidad básica del funcionamiento de la naturaleza, teniendo una complejidad mayor a la de una comunidad y menor a la de un bioma.

¿Qué son los factores ecológicos?¿Cuáles son?

Los factores que determinan la presencia de un ecosistema se llaman factores ecológicos y pueden ser abióticos o bióticos.

• Factores abióticos: es el biotopo. Son todos aquellos elementos que carecen de vida pero que son indispensables para que esta exista. El suelo, la luz solar, el agua, el aire, la temperatura, la humedad, la altitud, la presión, las precipitaciones, el viento, la tierra, las rocas y la gravedad son factores abióticos que conforman los ecosistemas.
• Factores bióticos: es la biocenosis. Corresponde a todos aquellos seres vivos que poblan los diversos ecosistemas. Los animales, las plantas, los hongos, las algas y todos los microorganismos conforman la biocenosis terrestre.

Características generales de los ecosistemas

Los ecosistemas son complejos, equilibrados, variables y sustentables.

En los ecosistemas ocurre una transferencia constante de energía y materia sumamente compleja. Gracias a esto, se mantiene el equilibrio entre las poblaciones y los recursos. Mediante las cadenas tróficas, la energía se conserva y transmuta de un individuo a otro, completando un ciclo sin fin.

Aunque pueden verse afectados por catástrofes ambientales, sequías intensas, fluctuaciones pronunciadas de poblaciones e incluso la actividad humana, los ecosistemas siempre intentarán recuperar su estado original. A pesar de ser variables, siempre serán sustentables.

Los ecosistemas son viables gracias a las interacciones entre las comunidades y su ambiente: sin interacciones entre individuos de la misma especie (intraespecíficas) ni interacciones entre individuos de especies diferentes (interespecíficas) los ecosistemas no existirían.

Por si quieres saber más acerca de las relaciones intraespecíficas.

Por si quieres saber más acerca de las relaciones interespecíficas.

Tipos de ecosistemas

Cada ecosistema en la Tierra es único gracias a los factores abióticos y bióticos que lo conforman. A pesar de esto, podemos clasificarlos en cinco principales tipos dependiendo del ambiente en el cual se desarrollan : terrestre, acuático, mixto, microbiano y urbano.

Ecosistema terrestre

Se desarrolla sobre la tierra, en presencia de aire. Para diferenciar un ecosistema terrestre de otro, se toman en cuenta factores abióticos como la temperatura, la presión, las precipitaciones, la altitud, la composición de la tierra y el relieve del suelo, y factores bióticos como la flora y la fauna. Los desiertos, los bosques, los jardines, las cuevas y las montañas son ejemplos de ecosistemas terrestres.

Ecosistema acuático

Se desarrolla bajo el agua, ya sea dulce o salada. Para diferenciar los ecosistema acuáticos entre si, se toman en cuenta factores abióticos como la presión, la profundidad, la temperatura, la salinidad y el ph del agua, y factores bióticos como la presencia de algas, corales, plancton, peces, crustáceos, etc. Las lagunas, ríos, marismas, estuarios, peceras y barreras de coral son ecosistemas acuáticos.

Ecosistema híbrido

También llamado ecosistema mixto, se desarrolla en hábitats inundables, donde hay tanto agua como tierra. Los humedales, pantanos, manglares y playas son ecosistemas híbridos.

Ecosistema microbiano

Es aquel que está compuesto por elementos microscópicos. Puede desarrollarse tanto en agua como en tierra. La flora microbiana intestinal, la flora microbiana bucal, las biopelículas y los kérifs son ecosistemas microbianos.

Ecosistema urbano

Se desarrolla en estructuras construidas por el hombre. Independientemente de si es terrestre, acuático, mixto o microbiano, si el ser humano influyó significativamente en su concepción, es considerado un ecosistema urbano. Como ejemplos están los quimiostatos, terrarios, peceras, jardines, viveros, zoológicos, edificios y ciudades.

Ejemplos de ecosistemas

A pesar de los factores bióticos y abióticos que caracterizan a cada ecosistema, resulta difícil saber cuando acaba uno e inicia otro. Un ecosistema puede ser tan amplio cómo todo un bosque o tan pequeño cómo un charco, pues para que exista sólo deben haber seres vivos contenidos en un determinado espacio geográfico. Dependiendo de sus características climáticas y geográficas puede o no pertenecer a un bioma en específico. Sin importar el bioma o el ecosistema en el que un ser vivo se encuentre, siempre formará parte de la biosfera.

Un jardín en el patio trasero de una casa es un ecosistema. En él hay flores, árboles, césped, hormigas, topos, ranas, ardillas, mariposas, gusanos, grillos y aves. Además, cuenta con muchas rocas, tierra fértil y un pequeño riachuelo que lo atraviesa. Como hay factores bióticos y abióticos presentes, éste jardín perfectamente puede catalogarse como ecosistema.

La selva amazónica, el bosque tropical más extenso del mundo, es un ecosistema. Está ubicado en América del Sur y cuenta con temperaturas cálidas, lluvias muy abundantes, cientos de cuerpos de agua y una biodiversidad gigantesca. Es el ambiente perfecto para que pumas, jaguares, delfines rosados, orquídeas, bananos, águilas harpías, diversas especies de monos, ciervos, guacamayos, tucanes y caimanes prosperen. Existen factores bióticos y factores abióticos, por lo tanto es un ecosistema.

Los arrecifes de coral son complejos ecosistemas acuáticos con una gigantesca biodiversidad. Se forman por la aglomeración de muchos corales duros que secretan carbonato de calcio y crean inmensas barreras. Sirven de refugio y fuente de alimento para miles de especies marinas como peces, algas, crustáceos, moluscos, medusas, tortugas, gusanos, estrellas, pepinos y erizos de mar. En su mayoría se encuentran en aguas poco profundas, cálidas y no muy ácidas. Son considerados los ecosistemas marinos de mayor importancia en el mundo.

El Parque Nacional Serengueti es una reserva de flora y fauna situada en Tanzania, África. Cuenta con casi 15000 kilómetros cuadrados y es el refugio de más de 1000 especies de animales endémicas y migratorias. Entre su fauna destacan los ñúes, gacelas, cebras, jirafas, leones, hipopótamos, leopardos, chitas, rinocerontes negros, elefantes africanos, búfalos, avestruces, flamencos, jabalíes verrugosos, babuinos, chacales, impalas, hienas, cocodrilos del Nilo, camaleones, dik diks, licaones y mambas verdes. El Serengueti es uno de los ecosistemas más ricos y variados de África y el mundo.

Una biopelícula es un ecosistema microbiano compuesto por una basta comunidad de microorganismos colonizadores agrupados a manera de capa recubierta de secreciones (principalmente agua), que se adhiere a superficies inertes o a seres vivos. La placa dental, el recubrimiento verdoso y resbaladizo que recubre las piedras de los ríos y el conjunto de microorganismos que originan la otitis son ejemplos de biopelículas.

Las lagunas son ecosistemas. Son depósitos de agua (por lo general dulce) de menor tamaño y profundidad que un lago, lo que permite que la luz llegue a todos sus rincones y favorezca el crecimiento de plantas acuáticas. Son el hogar de miles de especies de peces, moluscos, anfibios, reptiles y aves alrededor del mundo, además de tener importantes concentraciones de microorganismos debido al estancamiento del agua.

Importancia de los ecosistemas

Los ecosistemas son la unidad más importante de la organización biológica. Recordemos que de la unión de varios ecosistemas se forman los biomas, y de la unión de todos los biomas se constituye la biosfera. Los ecosistemas son, entonces, el escalón más básico y fundamental de la organización de la vida en la Tierra.

En ecología, la biomasa es la masa total de seres vivos contenidos en un determinado espacio. Se trata de la masa total de los factores bióticos presentes en cierto ecosistema, bioma o en la biósfera. Gracias a los ecosistemas existe la biomasa, y gracias a la biomasa los seres humanos podemos obtener materia prima.

Esta materia prima es utilizada en la elaboración de alimentos, medicinas y todo tipo de materiales. Además, debido a su valor ecológico genera miles de millones de dólares anuales en áreas de energías, turismo e investigación.

La preservación de las especies es tan importante porque un desbalance en alguna población podría desencadenar una serie masiva de extinciones. Cada vez que se extingue una especie, el ecosistema del que formaba parte se ve perjudicado en menor o mayor medida.

Actividades como la caza furtiva, el tráfico de especies exóticas, la pesca de arrastre, la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la deforestación, la minería, la introducción de especies invasoras y la extracción de petróleo, gas y agua subterránea deterioran enormemente los ecosistemas. Además, el continuo crecimiento poblacional y el consumismo requieren de una mayor extracción de recursos para sostener la producción y cubrir la demanda. Esto se traduce en la contaminación de suelos y cuerpos de agua, esmog, lluvia ácida, cambio climático, derretimiento de los casquetes polares, aumento del nivel del mar, tala, caza y pesca desmedidas y extinciones masivas.

Si muchos ecosistemas llegaran a colapsar simultáneamente, el ser humano se vería seriamente afectado. Los factores bióticos existen gracias a los factores abióticos, lo que significa que si las aguas se contaminan, los suelos se vuelven infértiles, el planeta se vuelve cada vez más caliente y poco a poco se reducen o desaparecen los hábitats, las especies irán reduciendo sus poblaciones y las comunidades desaparecerán, dejando al ser humano sin materia prima y condenándolo a la extinción.

El impacto ambiental que causa el ser humano no permite el desarrollo sostenible de los ecosistemas. Es necesario tomar conciencia e implementar programas y leyes que contribuyan a la conservación de las especies y los ecosistemas lo más pronto posible, por el bien de nuestra especie y de todas las demás.

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